Es difícil desprenderse de las cosas, y más cuando a estas se le agrega un valor significativo. Que en algunas ocasiones se van acumulando en los rincones de la habitación. Por qué razón, no lo sé con exactitud, quizás por el hecho de mantener un fragmento del pasado a través del objeto, y este mismo objeto nos ayude a traer ese hecho a la memoria.
Este ejercicio era todo lo contrario, era desprenderse del objeto para quedarse en las manos del otro, era intercambiar un objeto por otro de más o igual valor. Un intercambio continuo de objetos en tres personas distintas.
Pero lo más interesante de ese intercambio de objetos es que, tras el hecho de intercambiar cosas uno conoce, y se relaciona con la gente a través de un mismo vínculo “un objeto por otro”
La experiencia fue agradable, creo que para las personas igual lo fue, el hecho de hacer una ruptura en lo cotidiano, no siempre se da, y las veces que se presta la rutina pueden ser divertidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario